La importancia del padre en la familia para la formación de los hijos

La conformación de una familia inicia en el momento en el que el hombre y la mujer conciben al primer hijo, de la misma manera en que biológicamente el hombre participa 50% en el proceso de procreación, deben estar presentes durante el crecimiento y la crianza del niño.

Durante el desarrollo de los hijos un padre cumple el papel de guía y protector, además de sembrar en los hijos la sensación de seguridad y la formación del carácter.

Los expertos en psicología familiar afirman que el padre debe participar activamente en la vida de los hijos desde el momento que se encuentran en el vientre de la madre, pues en esta etapa los hombres viven un proceso diferente al de las mujeres.

Mientras que para las mujeres es natural experimentar el crecimiento del bebé en el útero y todos los cambios físicos y hormonales, el padre debe vivirlo a través de la madre y sus experiencias y de esta manera ir progresivamente asimilando el nuevo rol.

Cuando nacen los hijos los padres deben estar presentes en todas las etapas de desarrollo desde el primer día, de manera que puedan ir generando un vínculo con el bebé y convertirse en una figura que representa apoyo y calma.

A medida que los hijos van creciendo este vínculo se va transformando de acuerdo a las diferentes etapas y necesidades, sin embargo, permanece el sentimiento de apoyo, protección y compañía.

Cuando los hijos crecen con una figura paterna, entienden ampliamente el concepto de familia y cómo esta debe estar conformada por madre y padre, pues cada uno desempeña un rol distinto en la crianza.

Los padres además transmiten a los hijos la importancia de la responsabilidad en todos los ámbitos, además aportan herramientas valiosas en la comprensión de la vida en pareja y la sexualidad.

Además, durante el desarrollo los hijos aprenden la importancia que el padre presta a su madre no solo en las actividades del día a día, sino también en la formación intelectual, afectiva y social de la familia.

La figura paterna en el desarrollo de los hijos es primordial y muy valiosa para afianzar los valores familiares y sociales.