Los niños enfrentan la muerte de distintas maneras dependiendo de la edad que tengan
Cuando un niño vive de cerca la pérdida de un ser querido, se enfrenta de manera directa al ciclo normal de la vida, por eso, los padres o cuidadores deben partir desde ese principio para ayudar al niño a enfrentar su duelo.
Mientras más pequeños son los niños, más vana es la comprensión sobre la muerte.
Los bebés y niños menores de 3 años no suelen comprender con claridad qué ocurrió con su ser querido que partió, sin embargo, si perciben los sentimientos de sus padres o cuidadores que lloran la misma pérdida.
En este caso, es importante que los adultos responsables sean capaces de mantener rutinas y espacios de apoyo en los que el niño pueda sentirse protegido y perciba la “normalidad” a la que está acostumbrado.
Por otra parte, los niños entre 4 y 10 años aunque ya “entienden” un poco más el concepto de la muerte o desaparición física de su ser querido, no perciben con claridad la irreversibilidad de la muerte.
Durante esta etapa los niños pueden creer que esta persona volverá, basados en las historias que manejan los programas infantiles con respecto a la muerte. Para ayudarlos a comprender este proceso normal en la vida, es importante que los adultos les hablen y expliquen de manera concreta ya que en esta edad entienden todo lo que se les dice de manera literal.
Caso contrario a los niños más grandes en edad escolar, a partir de los 11 años, quienes ya comienzan a percibir la muerte de forma más cercana a como lo hacen los adultos y entienden que su ser querido fallecido no volverá.
Para ayudarles a procesar el duelo, es importante que los padres o cuidadores dediquen tiempo a explicarles las razones por las que ha partido su ser querido y preguntarles qué es lo que han entendido de todo el proceso.
¿Cómo manifiestan el duelo los niños?
Ante la pérdida de un ser querido, los niños indistintamente de su edad, pueden presentar ciertos comportamientos a través de los cuales manifiestan el duelo o afectación.
Algunas señales comunes de duelo son:
• Irritabilidad
• Insomnio
• Ataques repentinos de ira
• Llanto repentino
En cualquiera de estos casos, los padres o cuidadores de los niños deben dedicar tiempo a platicar con ellos y permitirles desahogarse, haciéndoles entender el origen de esas emociones y sentimientos que en muchas ocasiones es la primera vez que las experimentan.
Es por ello, que la recomendación para las familias es que ante la pérdida de un ser querido se les preste la atención y la comprensión necesaria a los niños que sufren el duelo, bien sea con el apoyo de todos los miembros del núcleo familiar y/o de ser necesario, brindarles el apoyo psicológico que les permita comprender y superar la pérdida.
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